Dejar de fumar puede ser un reto para cualquiera, pero en el caso de los jóvenes, la dificultad parece ser mayor. Como terapeuta especializado en tratamientos para dejar de fumar, he visto de primera mano las barreras que enfrentan los pacientes más jóvenes, y aquí quiero compartir algunas razones que explican por qué sucede esto y cómo podemos ayudarles.
1. Falta de motivación real
Muchos jóvenes acuden al tratamiento porque sus padres les presionan para dejar de fumar. Aunque esto demuestra el cariño y preocupación de los familiares, si el joven no tiene un deseo genuino de dejarlo, el proceso se vuelve mucho más complicado. La motivación interna es clave para superar la adicción al tabaco.
2. Subestimación de los riesgos
En la adolescencia y la juventud temprana, es común pensar que “los problemas de salud son cosa del futuro”. La sensación de invulnerabilidad propia de esta etapa de la vida puede hacer que los jóvenes no perciban el tabaco como un verdadero riesgo para su salud a corto plazo. Sin esta conciencia, cuesta más tomar medidas drásticas.
3. Influencia social
El entorno social tiene un gran peso en el consumo de tabaco entre los jóvenes. Amigos, compañeros de estudios o trabajo y hasta las redes sociales pueden normalizar o incluso glorificar el acto de fumar. Esto no solo dificulta la decisión de dejarlo, sino que también aumenta las probabilidades de recaída.
4. Estrés y gestión emocional
La juventud es un período lleno de cambios: estudios, decisiones sobre el futuro, relaciones… Todo esto puede generar niveles altos de estrés. Muchos jóvenes usan el tabaco como una vía de escape para lidiar con las emociones, lo que refuerza la dependencia psicológica.
5. Menor conciencia de los beneficios de dejar de fumar
Mientras que los adultos suelen notar rápidamente mejoras físicas al dejar de fumar (como respirar mejor o tener más energía), los jóvenes, que tienden a estar en mejor forma física, pueden no percibir estos beneficios tan claramente. Esto puede reducir su motivación para mantenerse libres de humo.
¿Cómo podemos ayudar a los jóvenes a dejar de fumar?
Fomentar la motivación intrínseca: Es importante ayudarles a encontrar sus propias razones para dejar el tabaco. Puede ser el deporte, mejorar la apariencia física (como la piel o los dientes) o incluso ahorrar dinero.
Ofrecer información clara y adaptada a su edad: Explicar los riesgos reales del tabaco y los beneficios de dejarlo de forma sencilla y directa.
Crear entornos libres de tabaco: Si los amigos o el entorno social fuman, el cambio puede ser más difícil. Apoyarles en buscar actividades y grupos alternativos puede marcar la diferencia.
Terapias personalizadas: Los tratamientos con láser que ofrecemos en Laser Salud son efectivos y no invasivos. Ayudan a reducir la ansiedad y las ganas de fumar, haciendo que el proceso sea más llevadero.
Apoyo emocional: Escuchar sin juzgar y brindar apoyo durante el proceso puede ser clave para su éxito.
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